Tener que aguantar tantas horas mientras él está en el trabajo, la pone un poco inquieta. No le parece justo que las personas tengan que trabajar tantas horas y pasar sus vidas haciendo cosas que no quieren hacer. Pero en el momento que ve que entra por la puerta, ahí es cuando empieza su alegría, porque la zorrita siempre recibe a su macho con una mamada de polla. Ella siempre está ansiosa por chupársela y hacer que se le ponga dura. Sabe que una de las razones por las que se apura en regresar a su hogar, es poder correrse dentro de la boca de su amada jovencita.