Ese día lo pensó mucho, luego de haber salido de su país como estudiante de intercambio, se prometió a si misma que iba a dejar de un lado todas las ideas milenarias de su cultura para empezar conocer cosas nuevas. Algo bueno debe haber que muchas personas prefieren vivir de esa forma y no estar todo el día comiendo arroz. Entonces fue como sin miedo toco la puerta del vecino negro quien estuvo un poco confuso cuando le pidió que sacara bajara sus pantalones, pero entendió todo al ver a la chinita emocionada mientras observaba su primera grande. Luego de metérsela en la boca supo que tenía que metérsela dentro del coño para follarla con muchas ganas.